ACTUALIDAD NOTICIOSA

Chilenos, salud y calidad de vida

Este capítulo del libro Chile en Cifras: Observatorio de tendencias sociales, de UNAB -que "Sábado" ha venido publicando por el Bicentenario- revela que las campañas contra el tabaco han fracasado, que cada vez tomamos más antidepresivos o calmantes y que ya tenemos enfermedades de países desarrollados.   

 
En Chile los avances en el ámbito de la salud pública y privada se reflejan en un sostenido descenso en la tasa de mortalidad de la población: hoy fallecen poco más de 50 personas por cada 10 mil habitantes. Muy distinto a lo que sucedía a mediados del siglo pasado cuando fallecían 136 personas por cada 10 mil al año.

Sin embargo, las proyecciones para las próximas décadas muestran un claro aumento en la tasa de mortalidad, superando 60 en el quinquenio 2020-2025 y 100 entre 2040 y 2045. Este comportamiento epidemiológico se explica por el descenso en las tasas de natalidad y el consecuente envejecimiento de la población en Chile: se espera que esta tasa aumente a 109 defunciones por cada 10.000 personas para el año 2050. 
Así lo concluye el estudio de la U. Andrés Bello y DataVoz, que será un libro a fin de año, y que "Sábado" ha venido publicando  con motivo del Bicentenario.


LAS NUEVAS ENFERMEDADES

Para Héctor Sánchez, director del Instituto Salud y Futuro de la UNAB, el incremento en los niveles socioeconómicos y de calidad de vida ha influido en forma importante en los indicadores de mortalidad, morbilidad y esperanza de vida al nacer. En ese sentido, "la baja tasa de natalidad unida a una mayor esperanza de vida están generando no sólo un cambio importante en el perfil demográfico hacia un mayor envejecimiento de la población, sino que también ha cambiado el perfil epidemiológico hacia un perfil de enfermedades crónicas", sostiene el experto.

Datos que son confirmados en esta encuesta: seis de cada diez entrevistados declaran que alguna vez él, ella o una persona de su hogar fueron diagnosticados con una enfermedad crónica. Como cardiovasculares (37%), metabólicas (17%), neurosiquiátricas (13%), digestivas (13%) y osteoarticulares (11%). Todas ellas han experimentado un alza con respecto al año 2000 (Encuesta Calidad de Vida del Minsal).

"Chile ahora debe hacerse cargo de enfermedades propias de países desarrollados que se relacionan con patologías crónicas a estilos de vida no saludables, como la obesidad, sedentarismo y consumo de cigarrillo", indica el ex superintendente de isapres y académico la UNAB, Manuel Inostroza.

En 2007, el infarto agudo al miocardio encabeza la lista de las 15 causas más frecuentes de muertes, seguida por los tumores malignos del estómago, accidente vascular encefálico agudo y tumor maligno de los bronquios y el pulmón con un 3%. Lo mismo ocurre con la demencia, enfermedad que hace 30 años ni siquiera aparecía dentro de las más frecuentes y que actualmente alcanza un 2%.


MUY FUMADORES

El estilo de vida de los chilenos no acompaña a un futuro con mejor salud. La población, en su mayoría sedentaria, presenta preocupantes hábitos de consumo de tabaco. Según muestra la Encuesta de Población General de Conace, el 28% de la población entre 12 y 64 años fuma a diario, cifra que ha disminuido en comparación a 2002 (31%). En el tramo de 12 a 19 años el consumo es preocupante y uno de los más altos de la región: 16%. El nivel de tabaquismo en personas de 20 y 29 años alcanza el 33%, entre los que tienen de 30 a 39 años 31%, para el grupo de 40 a 49 alcanza 33% y aquellos entre 50 y 64 años es de 26%.

Casi una quinta parte de las muertes del año 2008 pueden ser atribuidas al consumo de tabaco (17%). Cifra alarmante que prácticamente no ha fluctuado con el transcurso de los años (en 1985 correspondía a un 16%), y que recién el año 2005 propició la introducción de normas más restrictivas respecto al consumo de tabaco en recintos cerrados.

En cuanto al consumo de alcohol, los hombres mayores de 12 años que declaran haberlo consumido en el último mes en 1994 eran un porcentaje de 51%, cifra que aumentó a 60% en 2008. En el caso de las mujeres, si en 1994 el 31% señalaba haber consumido alcohol el último mes, en 2008 lo hacía el 40%.

A esto se suma el alto nivel de sedentarismo de los chilenos: un 66% de la población urbana, de acuerdo a la encuesta UNAB-Datavoz (2010), declaró no haber practicado deporte en el último mes por más de treinta minutos.


QUÉ COMEMOS

Algo similar ocurre con el estado nutricional de la población.  De acuerdo al Departamento de Estadísticas del Ministerio de Salud, un 22% de los niños sufre de sobrepeso y un 9% de obesidad.

El sondeo refleja además que en la última década se observa sí una tendencia general al alza en el consumo de legumbres, frutas y verduras y leche, quesillo y yogurt. En el caso de los dos últimos grupos, su consumo es mayor a medida que aumenta el nivel socioeconómico. Por su parte, el consumo general de mayonesa, queso, papas fritas, sopaipillas u otras frituras se ha mantenido estable. Sin embargo, mientras éste ha aumentado en los niveles socioeconómicos bajo y medio, ha disminuido en el grupo de alto NSE.


ANTIDEPRESIVOS

Llama la atención el aumento de medicamentos para dormir, estar más tranquilo, con menos pena o angustia. Un 22% de los encuestados reconoce haber tomado alguna vez, con una incidencia de un 27% en mujeres versus 17% en hombres. En todos los niveles socioeconómicos el consumo es similar.

 "Mucho de este consumo debe corresponder a automedicación, conducta que es muy peligrosa ya que son medicamentos que producen adicción, que no deben mantenerse a largo plazo y que cuando existe abuso, implica necesariamente el aumento de dosis para producir los efectos anteriores", aclara Manuel Inostroza.

Demanda y prestadores

Al analizar la distribución de la población por sistema de salud entre 1990 y 2009, se aprecia que ha mantenido una distribución similar entre el sistema de salud público y privado. De ese modo, si en 1990, el 73% de la población estaba en Fonasa, el 16% en Isapres y 11% en otros, en 2009 las cifras se distribuyen en 73%, 16% y 10%, respectivamente. Entre esos años, sin embargo, más de un 10% de la población se cambió del sistema público al privado, pero a partir del año 2000 la tendencia empezó a revertirse hasta alcanzar la distribución actual.

Según el sondeo, más de la mitad de los afiliados a FONASA preferiría estar en una Isapre si le alcanzara el sueldo (51%). Esta cifra se ha elevado más de 10 puntos porcentuales desde el 2002, cuando sólo un 40% estaba de acuerdo con esta afirmación. 

Respecto de la satisfacción con el sistema de salud de los usuarios, 6 de cada 10 personas están muy satisfechas o satisfechas con él. Este porcentaje es mucho mayor entre los afiliados a Isapre (83%) que entre los usuarios de Fonasa (57%) u otros sistemas (58%), y más alto también entre los entrevistados de alto nivel socioeconómico (76%), que entre los grupos medio (60%) y bajo (56%).

En general, 7 de cada 10 entrevistados quedó satisfecho con la última atención de salud recibida, siendo esta cifra mayor en casi diez puntos porcentuales con respecto a una medición del 2000.

"Un programa comienza a mostrar frutos después de las seis semanas", dice Ximena Pérez. Así, junto con obtener un mejor rendimiento físico, una persona hipertensa o diabética puede mejorar sus niveles y requerir menos medicación.
Es importante no descuidar la alimentación: consumir suficientes carbohidratos y líquidos después de entrenar, para recuperar los nutrientes necesarios.
Frente a la menor dolencia es recomendable continuar sólo con un trote suave o parar, para no forzar ni dañar al cuerpo.
22% de los adultos mayores realiza algún tipo de actividad física, según la encuesta Calidad de Vida en la Vejez, realizada por la UC.


Protección femenina

Investigadores de la U. de Oulu (Finlandia) realizaron un seguimiento a 160 mujeres con osteopenia -disminución de la densidad ósea, previo a una osteoporosis- durante siete años. La mitad de ellas, quienes realizaron actividad física frecuente en ese período, lograron preservar mejor su capacidad motora y tenían menos fracturas que el resto de los participantes. "El ejercicio regular debería recomendarse a todas las mujeres mayores", comentan los investigadores en la revista Archives of Internal Medicine.

 

Publicado el 02/10/2010

Fuente: Revista Sábado El Mercurio